Una familia de Estados Unidos, los Geissbuhler, han realizado un interesantísimo proyecto. La idea es “simple”: Enviar un globo meteorológico con una cámara HD, hasta alcanzar la estratosfera, donde debido a la baja presión, el globo explota.
Facil, ¿no? Bueno, fácil para alguien con imaginacion y conocimientos técnicos. Si a esto añadimos que se quería traer la cámara de vuelta sana y salva, pues mas difícil todavía, como en el circo. Para ello, se necesita un paracaídas y lógicamente un GPS, para encontrar el lugar de aterrizaje. Como GPS usaron el iPhone, y el resultado, lo podéis ver en el vídeo, en el enlace del final del post.
Destacar que al final todo funciona a la perfección, que el globo alcanza unos 30 kilómetros de altura antes de explotar, y que la cámara aterrizó a unos 50 kilómetros al norte con respecto al lugar de despegue, aunque para que nada fuese perfecto, la bateria se agotó a muy poca distancia del aterrizaje, lo que no le quita nada de merito a esta hazaña.
Si alguno hubieseis encontrado el paquete de vuelta, se podria decir que le habia caido un iPhone del cielo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario